Y... de repente el esqueleto se quita la cabeza y aparece..... nuestro
profesor de teatro.
Lo primero que hicimos fue preguntarle que hacia allí y el nos dijo que
todos los martes trece iba al cementerio
de esa forma a asustar a alguna persona que se atreviese a pasar por allí, pero
nunca me encontrado a nadie excepto hoy a vosotros es que nadie esta tan loco
como para venir un martes trece al cementerio.
El profe después de su sermón decidió llevarnos a casa, pero por el
camino nos encontramos un grupo de personas que se miraban a lo lejos decidimos
acercarnos por si se habían perdido. Pero cuando nos acercamos descubrimos que
eran nuestro padres que se habían convertido en zombis lo primero que hicimos
es ponernos a gritar estábamos súper asustados y estoy segura de que a alguno
se le había escapado algo ya que olía fatal y de repente vemos que nuestros
padres riéndose de nosotros y entonces comprendimos de que nos habían
gastado una broma en conjunto.